Mis padres me propusieron ir a Australia dos meses en verano para practicar inglés. Me pareció una idea estupenda, ya había estado anteriormente de viaje con ellos y no cabe duda de que es un sitio maravilloso. El lugar elegido fue Cairns al noreste del país, en un clima tropical con mucho área virgen y con la barrera de coral que le dan al lugar un gran atractivo.

Entre las diferentes formas de alojamiento disponibles me decidí por una casa compartida en lugar de una familia o una residencia, y la verdad que si volviera a ir cogería la misma opción. En la casa había gente con raíces muy distintas, como aborígenes, brasileños, japoneses, londinenses, italianos, polacos, o incluso algún australiano que optaba por independizarse allí para conocer gente nueva.

Todos los días entre semana tenia 5 horas de inglés en una escuela para los estudiantes internacionales en la James Cook University. Las clases eran entretenidas, y a la vuelta en España me pude sacar el examen IELTS ya que antes no tenía ninguna acreditación de inglés.

Los fines de semana los aproveche para bucear en la Gran Barrera de Coral viendo tortugas, tiburones, cangrejos, y nudibranquios, peces y corales de todas las formas y colores. También visite Townsville a unas cuantas horas en coche al sur y Port Douglas y Cape Tribulacion al norte, donde la barrera de coral llega a tierra firme encontrándose con la selva más antigua del mundo.

Fue un viaje inolvidable y en cuanto pueda pienso volver. Se lo recomiendo a todo el mundo.